Una especie se considera en peligro de extinción cuando su existencia se encuentra comprometida globalmente. Esto se puede deber a los siguientes factores:
• Depredación directa sobre la especie.
• Desaparición de un recurso del cuál la especies dependa.
• La acción del hombre, debido a cambios en el hábitat.
• Producto de hechos fortuitos, como los desastres naturales.
• Cambios graduales del clima.
En la mayoría de los casos es la acción del hombre la que ha llevado a la extinción de muchas especies y es lógico que sea también el ser humano el que deba hacer todo lo posible para que esto no suceda.
En la versión 2009 de la Lista Roja de la UICN 2.448 animales y 2.280 plantas se encuentran bajo la categoría “En Peligro” junto con otros 1.665 animales y 1.575 plantas que también lo hacen pero bajo la categoría de “En Peligro Crítico”.
Muchas naciones cuentan con leyes para proteger a las especies que dependen de su conservación para existir, como por ejemplo la prohibición de su caza. Sin embargo, pocas especies obtienen una protección legal considerable, extinguiéndose muchas sin ningún tipo de reconocimiento público.
La extinción de una especie es irreparable y afecta de manera directa o indirecta a la cadena alimenticia y al propio ser humano.
Este año se promulgó la Ley de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora fauna Silvestres, que por primera vez daba un tratamiento específico a las especies amenazadas, cambiando el concepto:”
• “todo se puede explotar salvo lo que está protegido”, por el de “todas las especies están protegidas aunque algunas se pueden explotar”.
Esta ley, además, creó en su artículo el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, donde se incluyen las especies, subespecies o poblaciones cuya protección exige medidas específicas. El catálogo establece cuatro categorías en las que se incluyen las especies:
• En peligro de extinción, cuando los factores negativos que inciden sobre ellas hacen que su supervivencia sea poco probable a corto plazo.
• Sensibles a la alteración de su hábitat (se enfrenta a un riesgo de desaparición en la naturaleza a medio plazo debido principalmente a que ocupa un hábitat amenazado, fraccionado o muy limitado).
• Vulnerables, se enfrentan a un riesgo de desaparición en la naturaleza a medio plazo.
• De interés especial (presentan un valor particular en función a su interés científico, ecológico, cultural o por su singularidad).
ESPECIES QUE SE VEN AMENAZADAS CERCA DE NUESTRO ENTORNO,CAUSAS DE LAS EXTINCIONES Y POSIBLES ACTOS PARA EVITAR ESTOS SUCESOS.
Hace poco más de cinco décadas que los naturalistas comenzaron a emplear el concepto de “extinción" y éste empezó a hacerse cada vez más popular para designar un fenómeno que la actividad humana estaba provocando en todo el planeta: la desaparición de especies de la flora y la fauna silvestres.La expansión constante del humano sobre la naturaleza, origina la destrucción de la cadena alimenticia animal, desequilibrando el estatus de las especies, inclusive la especie humana, que subsiste gracias a la madre naturaleza, al igual que todas las especies, con diferencia de que la nuestra, es la única que daña el medio ambiente.
La extinción de los animales y el peligro de extinción de los animales es un problema que tenemos que solucionar para lograr mantener las especies animales para futuras generaciones. A continuación presentamos un resumen de algunas de las especies animales en muy serio retroceso numérico:
Más de un tercio de las especies conocidas de animales están en peligro de extinción, según la última actualización difundida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). De acuerdo a estos datos, en la "lista roja" actualizada un total de 17.291 especies están amenazadas de extinción de entre las 47.677 conocidas en todo el mundo.
Están en peligro el 21% de los mamíferos, el 30% de los anfibios, el 12% de las aves, el 28% de los reptiles, el 35% de los invertebrados, el 37% de los peces de agua dulce y el 70% de las plantas.
Entre los 5.490 mamíferos del mundo, 79 están extinguidos o extinguidos en estado silvestre, 188 especies permanecen en situación crítica, 449 están amenazadas y 505 son vulnerables.
- En cuanto a la flora, La Universidad Autónoma de Madrid ha realizado la Lista Roja de la Flora Amenazada Española, y los resultados no han sido nada buenos ni esperanzadores en cuanto a las plantas se refiere. Solamente en ocho años la cifra de plantas en peligro de extinción ha aumentado en un 6%, y se sitúa en una cifra alarmante, siendo ya 1.221 especies las amenazadas con desaparecer de nuestro territorio. Así esta Lista Roja elaborada, clasifica esta flora en tres grupos diferentes de peligrosidad para desaparecer: 610 especies vegetales con categoría “vulnerable”, 278 “en peligro” y 308 “críticamente amenazadas”, a punto de la extinción.
- En cuanto a la fauna, En España, pese a ser el país europeo con mayor biodiversidad del continente, el 33% de los vertebrados se encuentran en peligro de extinción. De los 11.167 animales en peligro de extinción en todo el mundo, 124 especies son consideradas en estado crítico. Entre estas especies que corren grave riesgo se encuentra el lince ibérico, de quien sobreviven 200 ejemplares y es el felino más amenazado del mundo.
En la extinción de las especies influyen tres factores: los cambios climáticos (nuevas condiciones climáticas en el hábitat para el que estaban adaptados); la deforestación y los cambios en los suelos (cambios relacionados a las fuentes de alimento); y las especies invasivas (aumento de la población o poder territorial de animales depredadores). También incluimos algunas razones de génesis humana, como la caza por deporte o la caza comercial, captura de plantas y animales para zoológicos, etc.
Cada vez que se extingue una especie se rompe un "eslabón" de una Gran Cadena. Si se rompieran varios "eslabones" sabemos que todo volvería a reacomodarse porque así funciona la Naturaleza, pero cada vez con una cadena más corta.
Imagínense al ser humano, dentro de cientos de años, si es que todavía existe... si por alguna razón la cadena empezara a romperse y fuéramos una especie en extinción. La extinción no es exclusiva del mundo animal, refiere a todas las especies existentes, inclusive las vegetales, nosotros no estamos exentos del peligro de ser extintos, nuestra forma de vida, de existencia, casi, afecta a los demás.
La preservación de los ecosistemas es la única manera de no afectar negativamente al ambiente, ya que al fin y al cabo, por cada especie que desaparece nuestro planeta, nosotros mismos quedamos indefensos, con menos recursos.
Todo esto solo es un preludio de los problemas de la humanidad y de la madre naturaleza, cuando se afecta su equilibrio por causas externas, al igual que una enfermedad que mata al huésped y muere con él, el humano consume los recursos, sin reponerlos y así rompe la cadena.
Como medidas para evitar la posible extinción definitiva de una especie en peligro de extinción podemos incluir el hecho de aislarla de los distintos depredadores y dejarlas en libertad vigilada, proporcionarles alimento, y muchas más. Pero los científicos cada vez proponen más la medida del traslado de los animales, para evitar que el cambio climático acabe con estas especies.
Algunos investigadores ya han realizado con éxito el traslado de colonias de animales y de plantas. Pero esto también tiene un alto índice de peligrosidad debido a dos razones principalmente: si la especie no logra adaptarse, puede significar que se extinga; o por el contrario, que al adaptarse en un distinto hábitat se comporte como especie invasiva y cause la extinción de otras especies autóctonas del lugar.
REPOBLACIÓN DE ESPECIES ANIMALES
"La repoblación o reintroducción de animales al habitad natural precisa de un esmerado y meticuloso trabajo, en cuanto a la selección genética, la reproducción en cautividad, la alimentación, el habitad en el crecimiento y desarrollo, además de un continuado control sanitario. Como objetivo de los Criadores Cinegéticos, NO es la cantidad de animales, si no el conseguir ejemplares aptos, capaces de ser auto suficientes en la naturaleza, que mantengan todas sus cualidades genéticas e instintos innatos y sobre todo que estén sanos. El buen hacer se debe conjugar con la experiencia. "
La repoblación es comúnmente llevada a acabo en Granjas cinegéticas que son “ explotaciones ganaderas industriales dedicadas a la producción intensiva de especies cinegéticas, destinadas a la repoblación de terrenos o al abastecimiento de explotaciones intensivas de caza”
En España, la ley de la conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres (promulgada en 1989) establece que el reconocimiento de especies amenazadas, tanto animales como vegetales, cuya protección requiera medidas de protección, se realizará mediante su inclusión en un catálogo, el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, donde se recogen las especies y subespecies en ‘peligro de extinción' y las de ‘interés especial'.
La extinción es en realidad un proceso normal en el curso de la evolución. A lo largo de todo el tiempo geológico, el número de especies que se han extinguido es mayor que el de las que existen en la actualidad. Su lenta desaparición fue consecuencia de cambios climáticos y de la incapacidad para adaptarse a situaciones como la competencia y la depredación; sin embargo, desde el siglo XVII, este proceso se ha acelerado debido al impacto sobre los ecosistemas naturales de la explosión demográfica y de los avances tecnológicos. Hoy en día, los cambios que sufre el medio ambiente son más rápidos que la capacidad de la mayoría de las especies para adaptarse a ellos mediante selección natural.
Los esfuerzos dirigidos a la conservación de especies también incluyen la repoblación de la naturaleza con animales en edad de procrear, bien para restablecer su número o para aumentar la población natural .Gracias a la reproducción en cautividad, por ejemplo, el número de ejemplares de cóndor de California se ha elevado de 27 en 1987 a unos 150 en 2000. Otro proyecto implica la determinación de los hábitats críticos que se deben conservar para las especies amenazadas. Su protección puede llevarse a cabo mediante el establecimiento de reservas, aunque su valor está limitado por el efecto isla. Las objeciones planteadas por algunos grupos con intereses particulares hacen que la conservación de zonas para las especies amenazadas sea también difícil.
